¡Hola alhajas!

¿Qué es la miel?

Las abejas liban (chupar suavemente el jugo de una cosa) el néctar de las flores y lo convierten en miel, fluido dulce y viscoso, depositándolo en paneles naturales o construidos por el hombre. Se estima que, para obtener un kilo de miel, las abejas visitan, por ejemplo, unos 6 millones de flores de trébol, o 1,5 millones de flores de acacia. En la transformación del néctar de las flores a miel influyen una serie de circunstancias: la miel será diferente según el número de flores para libar de que dispongan. Si las flores son escasas, el proceso estará más enriquecido de sustancias segregadas por las abejas, son las que poseen más sustancia medicinal. Si disponen de muchas flores, el proceso de transformación se realiza más rápidamente y, por tanto, las abejas habrán tenido menos tiempo para segregar sustancias activas: se obtendrá mas miel, pero de menor calidad medicinal. El origen botánico de las mieles define también la mayor o menor facilidad de estás a cristalizar, también depende de la temperatura, por debajo de los 14°C se acelera el proceso de cristalización. La miel no se echa a perder, es altamente perdurable, no caduca gracias a su alta concentración de azucares que mata a las bacterias.

Usos de la miel

La miel se usa principalmente en la cocina y la pastelería pero también tiene propiedades terapéuticas. Se puede usar externamente, tomar de forma directa o disuelta en liquidos, debido a sus propiedades antimicrobianas y antisepticas.
La miel también ayuda a cicatrizar y prevenir infecciones. También se usa en cosmética por sus propiedades astringentes y suavizantes.